RESEÑA DE LA RUTA DE SENDERISMO “EL FRENTE DEL AGUA”:
El pasado sábado 16 de noviembre, varias familias del Yermo pudimos compartir juntos un maravilloso – aunque frío- día de campo, con una ruta de senderismo que, además de mostrarnos una de las zonas más bonitas, y desconocidas de la Sierra de Madrid, tenía una gran carga cultural e histórica.
Y es que a los píes de la Sierra del Rincón, está el llamado
“frente del agua”, con restos muy bien conservados de la Guerra Civil, en los
que se puede apreciar todavía hoy en día como estaban dispuestos los frentes y
las diversas instalaciones que cada ejército tenia para fijar sus posiciones,
que, por cierto, estuvieron allí durante gran parte de la Guerra Civil.
En la “posición de Loma Quemada”, que, a pesar de su nombre,
hoy en día es un precioso pinar, los dos ejércitos combatieron durante varios
años por controlar las presas de Puentes Viejas y el Villar, de ahí su nombre
de “frente del agua”, todo ello dentro del marco de la batalla por Madrid, que
en cuatro columnas el ejército franquista intentó tomar lo que no consiguió
hasta el final de la Guerra Civil.
La ruta está muy bien señalizada y con carteles que van
explicando la historia de este frente y cuándo se pasaba de un bando a otro, lo
que se puede apreciar perfectamente por la disposición de los pequeños cuarteles
generales que aún quedan en pie y en otras construcciones como nidos de
ametralladoras.
Pero además de este interesante dato, la cara sur de la
Sierra del Rincón es un paraje precioso, en el que se alternan enormes bosques
con zonas de jara y matorral, pero rodeado de las imponentes montañas de los
puertos de La Puebla y de La Hiruela, además de tener al fondo el Hayedo de
Montejo. Y encima con las cumbres
nevadas para que las fotos salieran aún mejor!!!
La verdad es que paseando todos entre estos parajes,
cargados de belleza, y también de historia, pasamos un día estupendo, charlando
entre amigos y luego disfrutando también de una comida campestre en la que
destacó la enorme variedad de chocolates que había de postre.
Ahí se quedó la relativamente desconocida Sierra del Rincón,
para que volvamos a recorrer sus estribaciones cuando queramos, y pasar un día
tan estupendo como el sábado, descubriendo sitios y lugares que no han sido muy
explotados todavía. Cuándo queráis, amigos!!!